La principal compañía aérea por número de vuelos en Europa, Ryanair, experimentó una cifra significativa en las tarifas de la Bolsa de Londres, con un descenso de alrededor del 15%, situando sus acciones en torno a las 1.150 liras, el nivel más bajo del año. Esta tendencia temporal afectó los resultados del segundo trimestre (primer trimestre fiscal) de la compañía, aliviando las preocupaciones en los meses siguientes.
Ryanair registró unos beneficios de 360 millones de euros, por delante de los 663 millones del mismo periodo del año pasado, lo que representa un porcentaje del 46%. La reducción se atribuye a la competitiva temporada de Semana Santa, donde los precios bajan significativamente. A pesar de un aumento del 10% en el número de pasajeros (alrededor de 55,5 millones), el número de pasajeros disminuye.
El principal problema del futuro radica en los precios debido a la esperanza. Si bien la demanda del segundo trimestre es fuerte, los precios continúan bajos y, con suerte, las tarifas serán significativamente más bajas que en el pasado. Además, los cambios en los aviones Boeing también han afectado las operaciones, incluso cuando Ryanair lanza su principal programa con más de 200 nuevas rutas y 5 nuevas bases para el año fiscal 2025.
A pesar de estos desafíos, Ryanair enfrenta problemas con los proveedores Boeing, comprometiéndose a entregar 50 aviones antes de 2025. La compañía ha señalado que la industria en general está experimentando una era de precios más bajos, lo que ha generado preocupación en toda la industria.
Las compañías aéreas de bajo coste como EasyJet y Wizz Air también registraron pérdidas significativas en sus acciones, mientras que las aerolíneas nacionales como AIG, Air France y Lufthansa experimentaron pérdidas menores. Los anuncios de Air France-KLM y Norwegian sobre tiempos difíciles en julio se refieren a la tendencia a la baja de las tarifas.
Al otro lado del Atlántico, Southwest Airlines y American Airlines también informaron de menores expectativas debido a una mayor experiencia y a la necesidad de adaptar la gestión de reservas.
La paradoja de tener más pasajeros pero menos entradas se explica por el aumento de la capacidad del mercado y la carrera hacia niveles prepandemia, estabilizando los precios. Según la IATA, la demanda ha superado la oferta, lo que ha generado ganancias récord, pero esta situación parece ser su fin.
Ryanair proyecta una fuerte demanda para el segundo trimestre de 2024, aunque con precios aún más bajos. Estima un aumento del tráfico del 8% (de 198 a 200 millones de pasajeros), condicionado a las entregas de Boeing. La capacidad de cortocircuito europea se mantendrá limitada debido a reparaciones y consolidaciones en la industria, incluidas adquisiciones recientes.
La aerolínea se enfrenta a un escenario de visibilidad limitada para la segunda mitad del año, aunque espera un tráfico sólido y una gestión prudente de precios y reservas.