Bastan tres palabras en el buscador de Facebook —“venta”, “animales” y “exótico”— para que comiencen a aparecer decenas de grupos en los que se ofrecen ejemplares de animales silvestres: “Venta de animales silvestres”, “Animales exóticos CDMX y Edomex”, “Animales exóticos GDL”, son algunos de los nombres que despejan cualquier duda sobre lo que se puede encontrar en su interior. En ellos, los anuncios son constantes. Solo en las tres páginas mencionadas se publican más de 100 anuncios a la semana, en los que, con total normalidad, se ofrece desde jaguares (una especie en peligro de extinción) hasta halcones. Varios anunciantes aseguran contar con los permisos exigidos por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat); Otros, como ha podido comprobar este periódico, venden los animales sin papeles, defendiendo que así se abarata el precio.
HN, uno de los vendedores presentes en estos grupos, muestra varias especies en su página de Facebook: petauros del azúcar (pequeño mamífero nocturno originario de Australia y las islas del Indo-Pacífico), tortugas rusas, camaleones, etc. HN también anuncia mochuelos, un tipo de ave rapaz nocturna. Su precio es de 1.300 pesos.
— ¿Tiene las autorizaciones?
“No, con documentación cuestan 12.000 pesos”, dice el vendedor.
HN afirma que puede enviar los mochuelos a todo el país y aparentemente rápidamente. “Llega al día siguiente”, especifica. El encargado de la Dirección de Recursos Naturales, Rodolfo Vilchis, dice que desde el momento en que una persona adquiere un ejemplar, “debe tener su documentación”. “Las autorizaciones o permisos deben estar en regla. De lo contrario, las personas que van a adquirir un ejemplar pueden ser cómplices del tráfico de vida silvestre”, aclara a este diario en su despacho. Vilchis indica que la responsabilidad en la venta es de los dos participantes en el proceso. “El comprador debe verificar que lo que vende acredite su origen lícito”, resume. El funcionario público diferencia entre dos tipos de fauna: la silvestre nacional y la exótica, proveniente de otros países. En el segundo caso, afirma que el comprador podría convertirse en “cómplice de tráfico internacional” si lo adquiriera sin los papeles necesarios.
Pero el proceso de adopción de estos animales no pasa solo por las autorizaciones de la Semarnat. Vilchis afirma que el propietario debe comprometerse a que el ejemplar reciba atención y trato “digno y respetuoso”. Las multas, dice el funcionario, pueden llegar hasta las 75.000 unidades de medida y actualización (UMA), valor que se refiere a 96,22 pesos, lo que significaría 7,2 millones de pesos en total. La sanción afectaría por igual al comprador y al vendedor. Además, Vilchis explica que la tenencia de animales más protegidos (como los que están en peligro de extinción) puede ser castigada con nueve años de prisión y 3.000 días multa (cifra que varía según los ingresos del condenado).

Aunque Facebook prohíbe la comercialización de animales en su política de privacidad (“las publicaciones no pueden promover la compra o venta de animales o productos animales”), los anuncios en los grupos llegan incluso a las especies más protegidas. “frio de pequeño jaguar”, “Jaguar melánico, información por bandeja de entrada [bandeja de entrada]”, son las ofertas de un usuario en referencia a un pequeño ejemplar de dicho animal, que en México está clasificado como en peligro de extinción.
Vilchis considera un problema el comercio de animales por Internet, aunque indica que el negocio también es un inconveniente en otro tipo de mercados. “Lo hemos observado, lo hemos visto y lo hemos atendido. No solo en la venta de Facebook, también físicamente. Vamos a los mercados y, de forma palpable, vemos los ejemplares”, explica. Entre 2010 y 2020, el 36% del comercio de animales en América Latina se dio en México, según él. un informe del Centro de Estudios Avanzados de Defensauna organización de investigación estadounidense que proporciona análisis de datos.
El funcionario público también ve ciertos puntos positivos en estas plataformas. “Las redes representan un reto, pero en ellas también tenemos denuncias ciudadanas. Mucha gente, que ve un acto ilegal en este proceso, nos da información certera de lo que está pasando”, asegura. La fiscalía enfrenta esta ilegalidad requisando los ejemplares y trasladándolos a centros habilitados por la Semarnat para que reciban atención específica. En el caso de los animales silvestres nacionales, dice Vilchis, se intenta devolverlos a sus hábitats.
Las conversaciones en los comentarios de las diferentes publicaciones crean una jerga compuesta por tres términos: informaciónprecio y bandeja de entrada. Sin más intercambio de datos de manera pública, inicie el negocio a través del chat. “Un animal de compañía debe ser aquel que [en condiciones de confinamiento] no representa ningún peligro para el propietario ni para otras personas. Si representa un peligro, ya sea exótico o nacional, no podría obtener los permisos que otorga la Semarnat”, concluye Vilchis al describir las palabras del Ley General de Vida Silvestre. En Facebook, tras iniciar una conversación por chat, HN propone una alternativa a las recomendaciones y legislación que defiende el funcionario: “1.300 pesos” para evitar los problemas.
Si desea más información sobre la legislación sobre animales silvestres y exóticos, o desea presentar una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), puede visitar el sitio web haciendo clic aquí.
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