El Gobierno de México ha anunciado este lunes los avances en la caso matamoros, en el que cuatro estadounidenses fueron secuestrados y dos de ellos asesinados. Hasta el momento hay seis detenidos por el secuestro, cinco de los cuales también están acusados de homicidio. Estos últimos habrían sido entregados por el propio Cártel del Golfo con una cartulina en la que se afirmaba que estos individuos habían actuado “bajo su propia determinación e indisciplina”. Las autoridades mexicanas afirman que a estos detenidos se les decomisaron tres armas, dos largas y una corta, y una de ellas “coincide con la prueba balística del caso”. Además, los agentes han asegurado cinco vehículos y tres inmuebles. Con esta actualización, México intenta apaciguar la presión de Estados Unidos, cuyo embajador, Ken Salazar, ha asegurado que no descansarán “hasta que los culpables enfrenten la justicia”.
Shaeed Woodard, Zindell Brown, Eric Williams y Latavia Washington McGee fueron secuestrados la mañana del 3 de marzo en Matamoros, Tamaulipas. Los estadounidenses, que habían llegado desde Carolina del Sur, supuestamente para una operación cosmética, apenas llevaban un par de horas en el lado mexicano cuando miembros del crimen organizado los secuestraron. Fueron encontrados cuatro días después a unos 20 kilómetros de donde fueron llevados en una cabaña de madera, en el ejido El Tecolote, cerca de la playa de Bagdad. Washington McGee fue el único ileso, Williams había recibido tres disparos en las piernas y Woodard y Brown estaban muertos.
En ese lugar José fue detenido No., que estaba custodiando la cabina. Fue el Ejército quien luego encontró a Antonio. No.Luis No.Alguna vez No.juan francisco No. y Gustavo No., ahora vinculado a proceso por secuestro agravado y homicidio simple. Los militares los encontraron esposados y arrodillados con un cartel en el que los responsabilizaban del crimen. “El Cártel del Golfo, el grupo Escorpiones condena enérgicamente los hechos del 3 de marzo […] y por ello hemos decidido entregar a los responsables directos que en todo momento actuaron por su propia determinación e indisciplina y en contra de las normas del CDG”, decía la cartulina.
Pese a la polémica de que es el mismo grupo delictivo el que busca justicia, el Gobierno de México afirma que a los imputados se les encontraron tres armas, 93 cartuchos y dos chalecos tácticos. En el comunicado de las autoridades mexicanas no se aclara si estas armas podrían haber sido colocadas sobre los hombres cuando supuestamente fueron entregados.
En el marco de la investigación, en la que han participado la Fiscalía General de la República, las Secretarías de Defensa, Marina y Seguridad, así como organismos estatales, también se han incautado tres camionetas y una ambulancia, donde las autoridades creen que se encontraban las víctimas. movido. Además, han asegurado el Laboratorio de Análisis Clínicos Español y la Clínica San Ángel, donde también estaban los estadounidenses. No se ha revelado por qué los atacantes llevaron a los jóvenes a un laboratorio y centro médico, para luego abandonarlos en un lugar fuera de Matamoros.
Las autoridades han asegurado que la coordinación entre los gobiernos se debe a una intención “como en todos los casos, de hacer justicia, siguiendo la política de impunidad cero”. Sin embargo, en México hay más de 110,000 desaparecidos y más de 100 asesinatos cada día, y el porcentaje de crímenes esclarecidos es menor al 5%. Por ejemplo, otras tres mujeres de nacionalidad estadounidense, que cruzaron de Texas a Nuevo León, están desaparecidas desde el 25 de febrero y no hay avances en su localización. Este ataque a los jóvenes amenazó con crear un conflicto diplomático entre México y Estados Unidos, lo que obligó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y al gobierno del estado de Tamaulipas a trabajar rápidamente en la búsqueda de los responsables.
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