El periodista Jesús Pintor y los administradores del sitio de noticias Etapa cálida, del Estado de Guerrero, se encuentran desaparecidos desde finales de diciembre, según compañeros de la reportera y de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. En un video publicado hace unos días en la página de Facebook del sitio, los administradores, Fernando Moreno y Alan García, aparecen encadenados de pies y manos, descalzos, dando un escueto mensaje: “Aquí estamos pagando las consecuencias de las publicaciones que se hicieron contra este pueblo y diferentes personas de la región de Tierra Caliente del Estado de México, Michoacán y Guerrero”.
El vídeo va acompañado de un mensaje, tan escueto como revelador: “Para que vean que tarde o temprano encontramos a los culeros”. En conjunto, el video y el mensaje sugieren que los captores de García y Moreno accedieron a la página del sitio de noticias. No hay rastro en el vídeo de Pintor, ex corresponsal en la región del diario El dia. En publicaciones anteriores de cálido escenario, Las críticas contra el grupo delictivo La Familia Michoacana son constantes, así como los señalamientos contra alcaldes de la zona, por su presunta cercanía con la banda delictiva.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Guerrero ha publicado este martes un comunicado en el que condena la desaparición de los tres y exige a la Fiscalía que investigue “diligentemente” el asunto. Preguntada al respecto, la Fiscalía no ha hecho ningún comentario. Medios locales han señalado que la Fiscalía no tiene denuncia alguna por la desaparición del comunicador y los administradores. Reporteros de Guerrero también han emitido un comunicado, en el que exigen a las autoridades que busquen a sus compañeros. “Hasta ahora, las familias de nuestros compañeros han guardado un respetuoso silencio, con evidente temor, pero con la esperanza de que esto contribuya a que pronto puedan ser vistos de vuelta en sus casas”, se lee en el texto.
Algunas de las quejas más comunes de Etapa cálida aluden a la supuesta complicidad de ocho alcaldes de la Tierra Caliente de Guerrero con La Familia Michoacana. En un texto publicado el 7 de octubre, un día después de que el grupo criminal atacara a las autoridades municipales de San Miguel Totolapan, que terminó con el asesinato de una veintena de personas, incluido el alcalde, Conrado Mendoza, el portal criticó a todos, uno por uno.
“De Altamirano, el narcoveterinario que ha vendido su alma al crimen organizado. De Zirandaro es la p… de un jefe. Las Mantecas de Tlapehuala, que es una tortillera [pasó] a presidente con un camión de más de un millón. De Ajuchitlán es el narcoempresario con su tienda de materiales de construcción. El pobre Conrad está muerto. Ya ni podemos decir nada, ya está dando de comer a los gusanos. De Coyuca es el famoso Chevo, que solo anda por el río con la delincuencia. [El de] Cutzamala incluso ordenó que secuestraran a su oponente porque tenía miedo de perder, pero como fue un golpe, ya sabes lo que pasó. Y de Arcelia, ¿qué podemos decir que los fans no sepan? El narcopresidente ahora quiere contaminar al gobierno del estado, va de un lado para otro con la Secretaria de Salud”.
En los últimos meses, La Familia Michoacana ha incrementado su actividad violenta, especialmente en Guerrero y el Estado de México. A la masacre de octubre le siguió otra en diciembre, ésta en Coyuca. Presuntos pistoleros del grupo criminal asesinaron entonces a siete personas, a plena luz del día. Los sicarios convocaron a la población a la cancha de la comunidad El Durazno y fusilaron a quienes se presentaron. También por esos días, miembros de la banda irrumpieron en el penal de Coyuca y se llevaron a un preso, quien luego fue encontrado asesinado en una carretera cercana.
Los ataques contra la prensa en México son constantes. Desde el año 2000, el país ha contabilizado más de 150 asesinatos de reporteros, 17 solo este año. En Guerrero y en la región de Tierra Caliente específicamente, los casos de asesinatos y asaltos no son nuevos. El caso más sonado de los últimos años es el del popular comunicador Cecilio Pineda, asesinado en 2017 en Altamirano. Pineda, corresponsal en el área del diario El sur, había dedicado textos y videos muy críticos contra otro de los grupos criminales de la zona en ese momento, Los Tequileros. Pineda murió en un lavado de autos mientras esperaba su auto.
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