El mercado muestra cada vez con mayor confianza que los bancos centrales, especialmente en Europa, comenzarán a reducir los tipos de interés. Un reciente informe de Bloomberg, elaborado entre el 2 y el 8 de agosto, indica que el Banco Central Europeo (BCE) podría bajar los tipos 25 puntos básicos en cada ocasión antes de 2026. Este objetivo más agresivo contempla hasta seis ajustes en el mismo periodo.
Los economistas no han revisado significativamente sus proyecciones de crecimiento para la región, lo que sugiere que anticipan que el BCE tomará medidas para mantener la presidencia económica si genera crecimiento en los próximos trimestres. Actualmente, se estima que existe un 35% de posibilidades de que se produzca una recesión en la Eurozona el próximo año, cifra similar a la prevista para Estados Unidos.
Los expertos han aumentado su confianza en que el BCE adoptará la postura más decisiva en su próxima reunión de septiembre, y continuará con las reducciones hasta finales de 2025, con un total previsto de 175 puntos básicos. Se espera que el BCE produzca un informe de aproximadamente 25 puntos básicos por reunión.
Aunque las proyecciones de crecimiento han sido muy intensas, los analistas no se han presentado como el escenario más probable. Los pronósticos actuales sugieren un aumento del PIB de la eurozona del 1,4% hasta 2025, una ligera disminución con respecto al 1,5% anterior. Las estimaciones muestrales se mantienen en torno al 6,4% para el próximo año.
Si estas previsiones se materializan, el BCE podría contar con un entorno macroeconómico favorable que le permitirá moderar la inflación y alcanzar el objetivo del 2%. Con un aumento moderado de los precios y si el crecimiento del PIB se mantiene en los niveles esperados, el BCE podría implementar tales reducciones sin desestabilizar la economía europea.
Según miembros del BCE como Nagel, la preocupación por la baja inflación en el sector de servicios está disminuyendo. Esto sugiere un cambio en la perspectiva del directorio del BCE, lo que podría facilitar futuras decisiones sobre política monetaria.