Desde la llegada de Santiago Peña a la presidencia de Paraguay en agosto de 2023, las confiscaciones de cigarrillos de contrabando han disminuido drásticamente. Julio Martínez, líder de operaciones de contrabando de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios, argumentó que el enfoque actual está más en los ingresos de productos que en las salidas, sugiriendo que lo que ingresa al país es lo que realmente afecta su economía.
En contraste, los países vecinos como Brasil, Argentina y Bolivia han incrementado las incautaciones de cigarrillos provenientes de Paraguay, especialmente de marcas como Palermo y Tabesa, que anteriormente formaban parte del Grupo Cartes. A pesar de las sanciones impuestas por Estados Unidos, Horacio Cartes, ex presidente y líder del Partido Colorado, sigue siendo un actor clave en la industria tabacalera, controlando un vasto imperio empresarial.
Cartes, quien fue presidente de 2013 a 2018, es señalado por la Alianza Latinoamericana Anticontrabando (ALAC) como responsable del 67% del contrabando de cigarrillos en la región, un negocio que genera pérdidas anuales de impuestos de aproximadamente 4.825 millones de dólares. Un informe de ALAC destaca que, en Latinoamérica, 3,5 de cada diez cigarrillos consumidos son ilegales, con Brasil absorbiendo casi la mitad de esa cifra.
La producción tabacalera en Paraguay ha estado marcada por un sistema impositivo laxo, que favorece el contrabando. La frontera de Paraguay con Brasil, Argentina y Bolivia es altamente permeable, lo que facilita el tráfico de cigarrillos. Un informe del Congreso indica que, entre 2018 y 2022, se incautaron 33 millones de cajetillas de cigarrillos, principalmente dirigidas a Brasil.
Bajo el mandato del expresidente Mario Abdo Benítez, se implementaron políticas más estrictas contra el contrabando, pero con la llegada de Peña, esa «persecución política» se ha diluido. La historia del contrabando de cigarrillos en Paraguay tiene raíces que se remontan a la dictadura de Stroessner, que estableció un marco legal que favoreció la producción tabacalera.
Las sanciones estadounidenses han llevado a Cartes a reestructurar su imperio empresarial, trasladando la propiedad de varias empresas a sus hijos y familiares para eludir las restricciones. A pesar de los obstáculos, se estima que su tabacalera Veneto ha crecido significativamente en los últimos años, manteniendo su influencia en el mercado.
Expertos indican que las rutas del contrabando de cigarrillos operan desde Paraguay hacia países como Bolivia y Perú, facilitando el flujo de productos ilegales en la región. Las investigaciones apuntan a que las tabacaleras de Cartes son las principales responsables de esta actividad ilícita, consolidando su poder económico y político en Paraguay.