Justicia bloquea aerolínea del Ejército Mexicano

El sueño del presidente Andrés Manuel López Obrador de poner en marcha una aerolínea en manos del Ejército está en vilo. El desembolso de 816 millones de pesos por parte del gobierno federal para comprar la marca y un paquete de activos de los exempleados de la extinta aerolínea mexicana aún no ha podido cristalizar debido a un juicio de amparo que se reactivó en las últimas semanas por parte de un grupo de 200 ex asistentes de vuelo que ahora exigen el pago de unos 400 millones de pesos en deudas tras la quiebra de la aerolínea. El Capitán de Navío José Alonso Torres, Secretario de Prensa de la Asociación Sindical de Pilotos de Aviación (Aspa) ha informado de que, aunque el Gobierno y los principales sindicatos de pilotos, auxiliares de vuelo y personal de tierra afectados por esta quiebra, formalizada en 2014, ya han llegado a un acuerdo para la compra del nombre de la aerolínea y una serie de propiedades —un centro de mantenimiento, equipos de simulación y dos propiedades en Ciudad de México y Guadalajara—, el proceso se encuentra estancado por la demanda de este grupo disidente.

El vocero sindical explica que, luego de que se diera a conocer la noticia de que el Gobierno de López Obrador va a adquirir los bienes, los abogados de este grupo de extrabajadores reactivaron su lucha legal para hacer cumplir un laudo que obtuvieron a su favor años atrás. “Se protegen, son los únicos que son, digamos, disidentes. Ellos son los que se protegen y dicen: ‘como no nos tomaron en cuenta, nos tienen que pagar en efectivo’, dice Alonso Torres. El vocero de Aspa detalla que estos 200 exempleados de Mexicana fueron desestimados porque con el paso de los años dejaron la pelea en los juzgados.

Los 200 extrabajadores de la deshonrada aerolínea exigen que de los 816 millones de pesos que desembolsará la Administración federal, se les paguen 400 millones de pesos por las deudas que la empresa no cubrió desde que se declaró en quiebra. Sin embargo, el portavoz de Aspa asegura que esta petición es inviable porque a los pilotos se les debe incluso más y, en ese caso, también deberían exigir una cantidad superior y con ello afectarían al resto de afectados, como el personal de tierra. “A los pilotos se les va a pagar más o menos el 10% de lo que realmente les corresponde”, dice Alonso Torres. Se contempla que a cada extrabajador afectado se le reparta una cantidad proporcional de la bolsa pagada por el Gobierno, según su último salario y sus años de antigüedad.

Aunque el dirigente gremial no teme que el proceso de compra del gobierno federal colapse por este obstáculo legal y la marca vuelva a ser embargada con los activos en riesgo de depreciación, sí reconoce que habrá una demora de al menos dos meses en la transacción. “¿Cuál es el peor de los casos? Que un juez determine que este grupo de trabajadores disidentes también debe ser incluido en la distribución del dinero y puede pasar que aun así insistan en que se les debe 400 millones de pesos, pero supongo que ahí entrará el Ministerio del Trabajo a negociar y hacerles ver que no es posible. No tienen razón en querer todo ese dinero”, añade.

Si algo han aprendido los ex trabajadores de Mexicana en estos más de 12 años de lucha laboral es a armar paciencia. Desde 2010, cuando la aerolínea mexicana se declaró en quiebra, los más de 8.000 afectados han esperado pacientemente a que se cubran los salarios perdidos, finiquitos y finiquitos que dejó la empresa. Ante el reciente interés del presidente López Obrador por obtener el nombre ‘Mexicana’ para su propio proyecto aeronáutico, los afectados acordaron vender lo poco que quedaba de la empresa a fin de recibir algún tipo de compensación económica. Aunque el gremio también ofreció al Ejecutivo la venta de las otras marcas de la empresa como Mexicana Click y Mexicana Link, la Administración federal solo se interesó por el nombre insignia de la aerolínea.

Mexicana de Aviación suspendió sus vuelos en 2010 y entró en concurso mercantil para conseguir nuevos inversionistas y continuar con sus operaciones. La aerolínea, que comenzó en 1921, fue la tercera más antigua del mundo, después de la holandesa KLM (fundada en 1919) y la aerolínea colombiana, Avianca (1919), lo que le da aún más simbolismo al nombre. Unas 70 familias acamparon en el aeropuerto capitalino hasta que fueron desalojadas en septiembre durante un operativo de la Armada y el Ejército de una cafetería del aeropuerto, lugar que pertenecía a la extinta aerolínea y que servía de mostradores antes de que desapareciera hace unos años. 12 años. El presidente López Obrador busca que antes de que finalice este año, la flota comercial de su aerolínea bajo la marca mexicana esté surcando los cielos.

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By México Actualidad

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