“Su único dios es el dinero”. Así respondió el presidente al revés que le dio este viernes el Tribunal Supremo al admitir la controversia constitucional presentada por el INE y conceder una suspensión para que las reformas propuestas por el Gobierno no entren en vigor hasta que se dicte sentencia judicial al respecto . De esta forma, el INE mantiene la estructura y funciones que tenía antes de las modificaciones que ahora están paralizadas. Y, una vez más, se gana el enfado de Andrés Manuel López Obrador, quien también ha cargado contra los ministros de la Corte, a los que ha llamado con sarcasmo “los ilustres miembros” del Poder Judicial.
No es la primera vez que el presidente carga contra quienes organizan las elecciones en México, ni contra los ministros. Los acusa de ganar más que el presidente y de estar del lado de las posiciones conservadoras del país y en contra de las reformas que ha venido proponiendo el gobierno durante su mandato. Para López Obrador, el quid de la cuestión es el dinero, ha dicho.
La reforma electoral propuesta modifica las competencias actuales del INE, así como el presupuesto de los partidos políticos y el número de legisladores, así como los nombramientos plurinacionales. La entrada en vigor de algunos de los puntos aprobados por el Plan B —el Gobierno no tenía mayoría para imponer su propuesta más que con modificaciones puntuales— provocó, días atrás, la salida del secretario ejecutivo del organismo, Edmundo Jacobo. Pero el Tribunal Electoral del Poder Judicial se opuso al Plan B y Jacobo fue reinstalado en su cargo entre aplausos de sus compañeros y críticas al presidente, que hoy vuelve a empeorar.
“Es la misma mafia, son los mismos que [el consejero del INE] Ciro Murayama, quien [el empresario] Claudio X. González, que los conservadores que rechazan la democracia, porque son partidarios de la oligarquía, del Gobierno de los ricos. La democracia es el gobierno del pueblo. Por eso no quieren la reforma electoral, eso es lo que está pasando”, dijo esta mañana el mandatario durante su visita a Quintana Roo.
“El dinero”, señaló después. Esa es la clave, según López Obrador, por la que los asesores del INE se oponen a su reforma. “Lo que busca la ley es rebajar los altísimos salarios de los consejeros y jueces, ministros y magistrados, tienen el dinero como Dios”.
La suspensión redactada por el ministro Javier Laynez, en cuya presentación recayó el recurso del INE, sostiene que la reforma del Gobierno puede implicar violaciones a los derechos políticos de los ciudadanos. En esta argumentación se vislumbra el rumbo que podría tomar la esperada sentencia que pondría fin a una de las grandes apuestas legislativas del sexenio. La suspensión estará en vigor hasta que la Corte Suprema se pronuncie sobre este asunto constitucional.
En tanto, el efecto de dicha decisión será que “las cosas queden en el estado en que hoy se encuentran y regirán las disposiciones vigentes antes de la reforma respectiva”, dijo este viernes la Corte. “Esta suspensión se concedió porque el decreto no sólo contiene normas generales, sino actos específicos de aplicación, sobre los cuales se concede la suspensión con carácter general”, agrega el comunicado emitido.
La violación de los derechos humanos es la motivación para conceder la suspensión de una regla, y en este caso, la Corte entiende que se podrían vulnerar “los derechos políticos electorales de los ciudadanos”.
La reforma electoral le está causando un dolor de cabeza al presidente, ya que no cuenta con mayorías suficientes para aprobarla en las cámaras legislativas con la fuerza de su propio partido político. Y porque se encuentra con obstáculos legales en el camino. Pero esta reforma también ha provocado un choque político. Agrupada bajo la consigna de “El INE no se toca”, la oposición marchó en dos ocasiones por las calles de la capital de forma masiva. Ambas protestas fueron como un soplo de aire fresco para una oposición hasta entonces indefensa, que cobró fuerza rodeada de decenas de miles de simpatizantes.
A eso también respondió el presidente convocando a su pueblo a una marcha, que también fue multitudinaria, y en la que salió con ellos en apoyo a su propio gobierno. El pasado sábado, con motivo de la celebración de la expropiación petrolera realizada por el general Lázaro Cárdenas, el mandatario se dio otro baño de masas. Personas que llegaban de toda la República en buses se concentraron en el Zócalo capitalino para escuchar su mitin.
La reforma del INE está resultando más difícil, quizás, de lo que esperaba el presidente, y dando alas a las fuerzas de la oposición.
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