Un estudio reciente publicado en Nature Communications revela que los coches autónomos son más seguros y tienen menos probabilidades de verse involucrados en accidentes que los conducidos por humanos, salvo en condiciones de baja visibilidad o en maniobras de giro.
Detalles del estudio
Mohamed Abdel-Aty y Shengxuan Ding, investigadores de la Universidad Central de Florida, analizaron datos de 2,100 vehículos autónomos y 35,133 conducidos por humanos durante seis años. Según el estudio, los sistemas de conducción autónoma avanzada reducen entre un 20% y un 50% la probabilidad de colisiones frontales, laterales y salidas de la vía.
Los sistemas de conducción autónoma han demostrado ser más eficaces que los humanos en la mayoría de los casos. Los vehículos autónomos están equipados con sensores avanzados y software que pueden analizar rápidamente el entorno y tomar decisiones con base en esos datos, reduciendo errores humanos, fatiga y distracciones.
Limitaciones de los coches autónomos
Sin embargo, en condiciones de baja visibilidad, como al amanecer o anochecer, y en maniobras que implican giros, los humanos superan a los sistemas autónomos en efectividad entre dos y cinco veces. Esto indica que la tecnología de conducción autónoma necesita mejoras significativas en estas áreas.
El estudio señala que los coches autónomos todavía enfrentan desafíos para mejorar su percepción de peligros y su capacidad de toma de decisiones en tiempo real, lo que representa el 56% de los problemas actuales.
Avances necesarios
El desarrollo de vehículos autónomos seguros requiere detectores avanzados, algoritmos robustos y diseños inteligentes. La integración de sensores como Lidar, GNSS y cámaras de radar es crucial para mejorar la capacidad de los vehículos en condiciones adversas como la noche, la nieve o la lluvia.
“La fusión de sensores permite verificar con precisión la información y reducir errores, pero procesar estos datos en tiempo real es complejo y costoso”, explican los investigadores.
Desafíos y soluciones futuras
Los vehículos autónomos deben ser capaces de predecir movimientos y comprender señales sociales y psicológicas, algo en lo que los humanos tienen una ventaja. Para abordar estas deficiencias, Abdel-Aty y Ding proponen sistemas de detección avanzados, algoritmos predictivos y comunicación entre vehículos (V2X), lo que permitiría a los coches compartir información sobre peligros potenciales.
La investigación en este campo está avanzando para dotar a los vehículos de una percepción similar a la humana y mejorar los tiempos de respuesta. Estudios recientes han trabajado en procesadores más rápidos y algoritmos que mejoran la visión mecánica con menos latencia.
Además, mejorar la visibilidad de los objetos para los vehículos autónomos utilizando pinturas reflectantes y señales luminosas externas también podría aumentar la seguridad.
Perspectivas futuras
Aunque lograr una autonomía total (Nivel 5) aún está lejos, los investigadores creen que es posible con el desarrollo continuo de algoritmos, sensores y actualizaciones de infraestructura necesarias. La integración de inteligencia artificial para identificar lugares peligrosos y mejorar los sistemas de conducción autónoma también es un área de investigación prometedora.