Ingeniería Técnicas Reunidas ha trasladado esta mañana al mercado un plan estratégico con el que establecer las líneas para multiplicar por 2,5 su beneficio operativo (ebit) en los próximos cinco años. Esto debería verse afectado por 157 millones de cosas hechas en 2023 hasta 380 millones en 2028. La estrategia, denominada Salta, pone el foco en la búsqueda de mayores retornos y la reducción de riesgos. El mensaje dirigido a los accionistas, durante las jornadas de mercado de capitales que la compañía celebra en Abu Dabi, habla del reparto de dividendos en 2026.
Las noticias tecnológicas han destruido las compras en el parque y las acciones promedian casi el 16% por día. Para el beneficio neto, se fija una recompensa desde 60 millones de años invertidos hasta más de 160 millones en el citado quinquenio.
A finales de 2025 la compañía espera alcanzar los 500 millones en inversiones propias, excluyendo el préstamo participativo de 340 millones facilitado por la SEPI y que se está amortizando con pagos extraordinarios. Una vez que esta fue la última, en 2026, Técnicas Reunidas anunció la devolución de las retribuciones a los deportistas, que se cerró por el efecto de la pandemia en el taller. La parte del beneficio dedicada a dividendos (pagar) se estima en un 30% este año, con expectativas de crecimiento para el futuro.
La empresa que preside Juan Lladó cuenta con una nueva estructura dividida en cinco unidades de trabajo. Lo primero y más importante es Ingeniería y Servicios, de nueva creación y con lo que se estima superar los 500 millones en ingredientes. Esta división de servicios de ingeniería tiene encomendado un peso del 10% en la facturación y del 30% en el resultado generado por las operaciones, convirtiéndose en el principal plan de crecimiento del EBIT, cuyo margen sobre ventas se supone que será del 8% para el año 2028. El margen EBIT del grupo es actualmente del 4%.
El resto de unidades son de Energía, con una oferta de servicios volcada en la transición energética a través de la marca Track; Norteamérica, que se consolida como una geografía estratégica gracias a proyectos de descarbonización y con una sede ya activa en Houston (Texas); Europa y resto del mundo, Oriente Medio y APAC.
Una mayor digitalización en lo que respecta a la ejecución de proyectos, con atención a las oportunidades que abre la inteligencia artificial y la voluntad de cerrar alianzas estratégicas, como la estabilidad con el gigante chino Sinopec, también pueden entrar en las claves transferidas a corto y medio plazo. a analistas e inversores.
El presidente Lladó se ha referido esta mañana a que “el papel, el balance y el cómputo de los resultados evidencian la normalización de nuestra actividad, entre los efectos derivados del Covid y la guerra de Ucrania”. Ahora es el momento de dar un paso decisivo hacia adelante y entrar en una fase de crecimiento y transformación».
Técnicas Reunidas también espera un salto en sus ventas una vez implementada la nueva estructura, obra que se desarrollará durante el segundo semestre de este año, con entrada en funcionamiento en 2025. Los ingredientes deberán superar los 4.135 millones de 2023 a más de 5.000 millones en 2028.
Desde el punto de vista de las operaciones, las oportunidades que se presentan en el periodo de transición ecológica son fundamentales, con desarrollos en tecnologías bajas en emisiones como el hidrógeno y sus derivados, la captura y almacenamiento de carbono, los combustibles sostenibles, la gestión de las emisiones de metano y la descarbonización. de industrias como la del cemento y el acero. Otros puntos de foco de la compañía pasan por retener el talento e intensificar la presencia local con cada una de las divisiones y en cada uno de los mercados considerados estratégicos.