El defensor de los derechos humanos Ricardo Lagunes Gasca y el líder indígena Antonio Díaz Valencia han desaparecido el domingo por la noche en la frontera entre los estados de Michoacán y Colima. Los dos hombres habían celebrado una reunión de trabajo ese día y cuando se fueron viajaban juntos hacia el municipio de Tecomán cuando se perdió su rastro. La camioneta en la que viajaban fue encontrada posteriormente abandonada y con impactos de bala en la localidad de Cerro de Ortega, a 26 kilómetros de su destino original. Las autoridades han abierto una investigación y hasta ahora no han dado más detalles sobre el paradero de los activistas.
Díaz Valencia, de 71 años, es un maestro miembro de la comunidad indígena nahua de San Miguel de Aquila. En su actividad como activista ha criticado fuertemente el desarrollo de la mina Aquila, activa desde 1998. Según el expediente de desaparición emitido por la Fiscalía del Estado de Michoacán, el domingo que desaparecieron, Díaz Valencia se comunicó telefónicamente con un familiar. alrededor de las 6:45 horas y le dijo que se dirigía al municipio de Coahuayana, en Michoacán, en compañía de Lagunes Gasca. Esa fue la última comunicación que tuvo y desde entonces permanece desaparecido.
Lagunes Gasca es abogada y ha colaborado con diversas organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales. También había estudiado una maestría en Protección de Derechos Humanos en la Universidad de Alcalá, en Madrid, y había trabajado en México como defensor durante más de 15 años. Según un comunicado emitido por la familia, al momento de su desaparición “se encontraba realizando acompañamiento legal en la comunidad indígena de Aquila, donde existe actividad minera”. Los familiares de los dos hombres se han reunido este martes con las autoridades federales en Palacio Nacional, en Ciudad de México, para solicitar ayuda en la búsqueda.
En una declaración emitida por la oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, se indica que al menos uno de los dos defensores tenía medidas de protección del estado “que no pudo evitar su desaparición”. “La ONU-DH hace un llamado a las autoridades a adoptar de manera urgente todas las medidas necesarias para cumplir con su deber de buscar con vida a las defensoras Lagunes y Díaz, asegurar una coordinación eficiente entre las instituciones federales y locales y reconocer el derecho de sus familiares a participar en la búsqueda”, dice el mensaje de la organización internacional. “Del mismo modo, es fundamental realizar una investigación pronta, exhaustiva y efectiva que permita esclarecer los hechos y sancionar a todos los responsables”.
Otras organizaciones de derechos humanos han destacado la necesidad de investigar la posibilidad de que estas desapariciones estén vinculadas al trabajo que los dos hombres realizaban en la región. “Expresamos nuestra preocupación por la desaparición de Ricardo Arturo Lagunes Gasca y Antonio Díaz Valencia, defensores de derechos humanos. Exigimos a las autoridades de Michoacán y Colima que investiguen diligentemente que incorporen su labor de defensa a sus líneas de investigación”, ha solicitado Amnistía Internacional en redes sociales.
México se convirtió en 2021 en el país más mortífero del mundo para defender la tierra. Los homicidios de ambientalistas no han dejado de escalar en los últimos años. Las últimas cifras indican que 54 personas que defendieron su entorno, recursos naturales o tierras fueron asesinadas en el país, según el último informe de Global Witness, que lleva a cabo un recuento anual de estos delitos. Los conteos no oficiales sugieren que los números para 2022 volverán a tener un aumento significativo.
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